Cada uno de nosotros es, sucesivamente, no uno, sino muchos. Y estas personalidades sucesivas, que emergen las unas de las otras, suelen ofrecer entre sí los más raros y asombrosos contrastes.

domingo, 22 de julio de 2007

Para mi gran amigo Náhuatl


Copan, Honduras

OBED Y LAS HADAS DE HOJALATA

En un planeta llamado Tierra, castigado en los últimos tiempos por guerras,
egoísmo, falta de ilusión y materialismo, vivía en un país, cuna de la gran
cultura Mesoamericana un muchachito llamado Obed.


Obed era un chaval joven pero bastante maduro para su edad debido a
todas las experiencias que desde niño había vivido.Era delgadito, con el pelo rizado y unos grandes ojos negros por los cuales desprendía una luz mágica que llenaba a todo el que lo miraba de una dulzura sin igual.

Le encantaba el arte, hacía bellas ilustraciones, le gustaba la cerámica, la
escultura y la arquitectura pero por circunstancias de la vida no pudo terminar su bachillerato de Arte y eso le apenaba bastante.Pero hace unos meses se armó de fuerza y valor y decidió trasladarse aTegucigalpa para acabar sus estudios y poder cumplir sus sueños.

Ahora Obed está teniendo muchos problemas para seguir adelante en su
aventura, pero él es un chaval muy fuerte y valiente y está trabajando muy duro
para conseguirlo.A veces duda si podrá soportar tanto estrés, yo creo que con la ayuda de todos
los que lo quieren lo logrará.Él es un ejemplo a imitar, un ejemplo de como si te esfuerzas y das lo mejor de ti podrás en el futuro tener la vida que siempre has querido.

Tras esa mala época, Obed terminará sus estudios y podrá cumplir sus
anhelados deseos. Quizás se haga un buen arquitecto, quizás monte una empresa
donde pueda vender todas esas cerámicas y todo el arte que con sus talentosas
manos es capaz de crear.

Llegará el día en el que brille como una estrella....... Bueno, en verdad ya es
una estrella, todas las noches podéis verla brillar en el puente del río de Sevilla,
alumbrando y llenando de brillo a todos los que pasean por allí.

Ahora todos debemos cuidar de esa estrellita para que siempre siga brillando.
Así en las noches, cuando tengamos ganas de volar a un mundo fantástico, esa
estrellita se convertirá en Fernando Brot y con su dragón rojo recogerá a todos
aquellos que en su corazón todavía tengan alma de niño y quieran hacer un viaje
lleno de ilusión al país de Izel.

Allí junto a Fernando Brot podremos luchar contra piratas malvados, jugar
con los duendes, hablar con los elfos, bañarnos en el barro de las cosquillas y
nadar en el río de la risa.Finalmente subiremos a la montaña donde viven las hadas de hojalata. Ellas nos regalarán un saquito de polvos mágicos.

Cuando volvamos del viaje a nuestras vidas de cada día, si hay momentos en
los que nos sentimos tristes o no tenemos fuerzas, abriremos el saquito y tras
soplar en los polvos mágicos aparecerá nuestra hada de hojalata que nos llenará
de alegría y felicidad y nos ayudará a pasar esos malos momentos.

Así siempre seremos felices. Daremos a nuestros hijos y nietos el saquito de las
hadas, les contaremos la historia y siempre que ellos o alguien quieran volar a
un mundo mejor sabrán que si miran el cielo, allí estará la estrellita Obed que
bajara convertido en Fernando Brot y volando en su dragón rojo los rescatará.
© Yolanda Caro





1 comentario:

Anónimo dijo...

Te sigo, te sigo. Oye, que muchas ganas de verte, a ver si podemos tomarnos unas cañitas en El Salvador antes de que acabe el año. Basia Mille.